Una valoración neuropsicológica es un proceso de evaluación que examina el funcionamiento cognitivo y conductual de una persona para detectar posibles alteraciones en áreas como la memoria, la atención, el lenguaje, las funciones ejecutivas, las habilidades visuoespaciales, entre otras. Se utiliza para obtener un perfil detallado de las capacidades cognitivas y emocionales de un individuo, ayudando en el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones neurológicas y psicológicas.
Áreas evaluadas en la valoración neuropsicológica:
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Memoria: Se evalúan tanto la memoria a corto plazo como la memoria a largo plazo, así como la capacidad para recordar información y utilizarla de manera efectiva.
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Atención y concentración: Se analiza la capacidad para mantener la atención en una tarea durante un periodo prolongado y la habilidad para concentrarse en estímulos relevantes.
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Funciones ejecutivas: Incluyen habilidades como la planificación, la toma de decisiones, el control de impulsos, la organización y la resolución de problemas.
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Lenguaje: Se evalúa tanto la expresión como la comprensión del lenguaje, incluyendo la fluidez verbal, la capacidad para encontrar palabras, la comprensión de instrucciones y la habilidad para mantener conversaciones.
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Habilidades visuoespaciales: Se examinan la percepción y la capacidad para organizar mentalmente el espacio, lo que es esencial para actividades como la orientación y la coordinación motora.
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Inteligencia: La valoración también puede incluir la medición de la inteligencia general, para comprender el nivel cognitivo de la persona en un contexto más amplio.
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Regulación emocional y conductual: En algunos casos, se pueden evaluar los aspectos emocionales y conductuales, como el control de impulsos, la gestión de la frustración y las respuestas emocionales a los estímulos.
